Lo que no debía pasar... pero era ya casi
inevitable... Cuando llegué a la residencia de Renata, Alfredo platicaba con ella y mi amiga lo escuchaba atenta.
Antonio Domínguez Hidalgo
que la cultura, Naturaleza humana, es rechazada por los retrógradas como medio de perfeccionamiento y que la sociedad no acepta cambiar con lo que ineludiblemente va cambiando. Dialéctica
inevitable del universo natural.
Antonio Domínguez Hidalgo
Esto es lo que hace nuestro Bassus, el cual ve venir su fin con coraje y serenidad, que por esperar la de otro tendrías por excesiva indiferencia. Gran cosa es esta, Lucilio, y que exige un largo aprendizaje, irse con el alma serena al llegar aquella hora inevitable.
La Naturaleza ha utilizado de nuevo la incompatibilidad de los hombres, y de las grandes sociedades y cuerpos estatales que forman estas criaturas, como un medio para encontrar en su inevitable antagonismo un estado de tranquilidad y seguridad...
Con confianza en nuestras fuerzas armadas - con la interminable determinación de nuestra gente - ganaremos el inevitable triunfo - que Dios nos ayude.
Porque si de las cosas muertas no nacen las vivientes y si éstas muriesen a su vez, ¿no sería absolutamente inevitable que todas las cosas fueran finalmente absorbidas por la muerte?
Su presencia la percibo aún, su figura, sus delicados pasos, su voz... - ¡Oh, qué pena! Debe resignarse. Es
inevitable. Siempre ha de existir un final. Nadie escapa a esta ley.
Antonio Domínguez Hidalgo
Los soldados, mantenidos con las contribuciones de los pueblos, no eran soldados de la patria, sino soldados del rey; no eran ciudadanos ni defensores de la libertad pública, sino sus opresores. Estaba considerada la opresión como el estado natural del hombre, o a lo menos como una calamidad inevitable.
Pero tú no eres como ellos; desde que entraste en la prisión te he encontrado el más firme, el más bondadoso y el mejor de cuantos aquí han estado presos, y estoy seguro de que de este momento no me guardas ningún rencor; únicamente lo sentirás contra los que son causa de tu desgracia, y los conoces muy bien. Ya sabes, Sócrates, lo que he venido a anunciarte; adiós y procura soportar con ánimo viril lo que es inevitable.
¿Quién hay de tan soberbia y desenfrenada arrogancia que en esta inevitable necesidad de la naturaleza (que produjo todas las cosas a un mismo fin) pretenda que él y los suyos hayan de ser exentos, queriendo libertar alguna casa de la ruina que amenaza a todo el orbe?
La lectura lingüística es una habilidad básica de gran valor personal y social, pero en nuestros tiempos, sin dejar de lado por supuesto, los libros, a pesar de las redes informacionales, se requiere llevar al estudiante y al estudioso hacia otra habilidad básica, muy descuidada en la galaxia de Gutemberg, pero que la madura de Marconi y la creciente de la cibernética, como lo hemos afirmado, nos hace poner en guardia para su realización: la lectura semiótica, técnicas de captación de otros sistemas sígnicos desde la función metalingüística inevitable.
Acabaron por familiarizarse con aquel bicho ruin como con la idea de la muerte, considerádolo una calamidad
inevitable, y el valenciano que salía a trabajar sus campos, apenas escuchaba ruido cerca de la senda y veía ondear la maleza, murmuraba con desaliento y resignación: -Me tocó la mala.
Vicente Blasco Ibáñez