Estos hombres habían buscado por todas partes una oportunidad para difamar a los patricios ante la plebe y, después que todos los demás intentos fallasen, adoptaron una política calculada para indignar las mentes, no de la hez del populacho, sino de los líderes de hecho de la plebe, hombres que habían sido cónsules y disfrutado de triunfos y a cuyas distinciones oficiales no faltaba más que el sacerdocio.
No sé: por esto os mandó partir, como os ama, temeroso de algún suceso infeliz; y el enojo que en él vistes fué contra el pecho ruin que a indignar al Rey con vos dió aliento a la lengua vil.
91 Non buenamente te puedo callar, Opas maldito, ni a ti, Julián, pues sois en el valle más fondo de afán que non se redime jamás por llorar; ¿quál ya crueza vos pudo indignar a vender un día las tierras e leyes de España, las quales puxança de reyes en años atantos non pudo cobrar?
No se vaya el perjudicado a indignar demasiado por los errores; fácilmente se explican, y es de extrañar que no hayan sido más frecuentes, sabiendo en qué clase de títulos de propiedad se tenían que apoyar los pilotos marinos, únicos agrimensores de antaño, para hacer sus mensuras.