Y antes de que pudiera evitarlo, se encontró transformada en un leve jirón de vapor que subía por el aire enrarecido hasta una altura inconmensurable.
En primer lugar, porque los pueblos milenarios de Anáhuac fundamentaban su vida en un inconmensurable misticismo que se manifestaba en la religión y en todas las acciones cotidianas de la vida.
Amplitud eterna que envuelve al observar, lo inconmensurable, queriéndose expresar; en el oleaje denso, o tenue, según la ocasión; que ambas sensaciones generan atracción.
Por un beneficio inconmensurable de la Providencia, esta revolución se ha realizado sin una perturbación, sin que fuera necesario derramar una sola gota de sangre.
«¿Cuándo lograremos deshacernos de este mal penco, que apenas se aguanta en sus roídos cascos, de pelo descolorido, que sólo sale de su inconmensurable pereza y de su letargo para hacer locuras y cuyo pellejo apenas es bueno para una criba?
En cada una de las puertas, un pórtico que la antecede, seria sumamente conveniente para presentar la comparación de una pieza pequeña y baja y luego presentársela inconmensurable de grandísima altura.
A una recta menor únicamente se le adjunta una recta que sea inconmensurable sólo en cuadrado con la recta entera y que haga junto con la recta entera la suma de sus cuadrados expresable y el doble del rectángulo comprendido por ellas medial.
En inconmensurable soberbia creía que todo el universo estábale subordinado, y el férreo yugo con que sujetó a los pueblos y naciones, superó a todas las tiranías de que se guardaba recuerdo en los fastos de la historia.
Despejado, como el firmamento en una tarde de verano, es un prisma inconmensurable cuyos lados, refractando la luz del sol, se revisten de los brillantes colores del iris.
—En lo más hondo de mis entrañas surgía un lado inefable que me hacía dueño de un ardor
inconmensurable; de un ímpetu desconocido y audaz; algo que nunca antes había experimentado...
Antonio Domínguez Hidalgo
Nunca, porque late en lo más profundo de nosotros esta fuerza inconmensurable que nos hace vibrar y conmover cuando escuchamos las arrogantes marcialidades del himno que nos invita a defender nuestra tierra; cuando contemplamos estremecida por los aires la presencia del mayor símbolo de nuestras etnias, águila que devora una serpiente plasmada en un lienzo de tres colores: verde como el empuje ilusionado de los jóvenes; blanco como el alma sin laceria de la juventud; rojo como la pasión impetuosamente juvenil.
Si de una recta se quita otra recta que sea inconmensurable en cuadrado con la recta entera y haga con la recta entera la suma de sus cuadrados expresable y el rectángulo comprendido por ellas medial, la recta que queda no es expresable; se llama menor.