Entonces decidió trasladarse á América con su hija Mar- garita; y fué entonces cuando en Febrero ó Marzo de 1847, le negé el presidente 'Castilla que pisase tierra peruana.
Inútiles son las protestas de los campesinos, de los turistas. Para registrar a las mujeres de éstos, en una
garita tras la puerta de ladrillo hay dos empleadas de policía.
Roberto Arlt
El agua chasqueaba en los mosaicos del patio, y junto a un alto muro alquitranado, el vívido resplandor de un relámpago descubrió una
garita de madera, cuya puerta de tablas permanecía entreabierta.
Roberto Arlt
fíjese que desde la
garita de los guardagujas dos cambistas me miraban con atención, le revelé el misterio sexual, incitándola a que se dedicara a corromper a sus amiguitas...
Roberto Arlt
Y ahora, ¿qué voy a hacer yo?..." Noche ya, en la calle Lavalle, cerca del Palacio de Justicia me detuve frente a un cartel: PIEZAS AMUEBLADAS POR UN PESO Entré al zaguán iluminado débilmente por una lámpara eléctrica, y en una
garita de madera aboné el importe.
Roberto Arlt
Ha habido que derrumbar conventos donde las monjas, a pesar de todos los castigos ultra terrestres imaginables, se iban arrojando desde el tejado, a imitación unas de otras, y un coronel francés mandó quemar hace algunos años una garita donde se suicidaban de noche todos los centinelas del regimiento.
Envió a las volandas un soldado a casa de Pajarito; pero éste no quiso abandonar el regalo de las sábanas, y contestó: -Dile al coronel que me dispense, porque un atroz romadizo me imposibilita para salir a estas horas, y con la
garita y al condenado frío que hace, a la calle.
Ricardo Palma
Una mañana de setiembre el señor Sáenz, argentino establecido en la Paz, se hallaba en la garita del Panteón y hablaba con el guarda en lo bajo del corredor al borde del camino.
Yo vi en él el producto de veinte años de
garita con catorce horas de trabaja y un sueldo de hambre, veinte años de privaciones, de.
Roberto Arlt
Marzo, Rey de Ayuno, canta la plegaria De todas las témporas, hambres y abstinencias. (Se ven: una ermita triste y solitaria, Fray en la
garita de las penitencias).
Julio Herrera y Reissig
vio entrar a la señora en la Esma, y cuanto tiempo permamecio, si la vi entrar y permanecio aproximadamente una hora, le facilitaron el acceso en forma inmediata a la Esma.,si la vió hablar con alguien desde afuera, Vi una garita y que ella entraba por alli sin dificultad, nunca les comento con quien hablaba, ni quienes eran sus contactos.
Entra el Rey Otoño, de gris adornado, Muy pálido y triste. (Llueve agua bendita); El Otoño quiere llorar un pecado, Y habla con el fraile que está en la
garita.
Julio Herrera y Reissig