El excelentísimo señor, conde de Lemos, virrey del Perú, que era un
gallego con cabeza de cocobolo, desaprobó el procedimiento de su señoría el Gobernador y le ordenó que, en el término de la distancia, se presentase en Lima á dar cuenta de sus actos, entregando el gobierno de la villa á don Diego de Ulloa, del hábito de Santiago, y tan
gallego como su excelencia.
Ricardo Palma
Cuando la luz del día vino a mezclarse, entrando por las rendijas, con la luz amarillenta de las hachas, despertó Perico; abrió la boca, bostezó en gallego y sacando una bolsa verde de posadero se puso a contar dinero sobre el lecho mortuorio.
Comió muy mal, como solía, pues para él mudar de posada sólo era mudar de hambre, y las chuletas de aquí sólo se diferenciaban de las de allá en que las unas podían ser de jaco andaluz y las otras de rocín gallego; mas para celebrar el triunfo moral del ángel sobre la bestia, como él decía, se toleró el lujo de pedir a la criada vino de lo que costaba a dos reales botella.
n muchacho
gallego, que estaba en Sevilla sirviendo en una tienda de comestibles, era íntimo amigo de un gitano calderero, a quien siempre que con él salía a pasear ponderaba la fertilidad de Galicia.
Juan Valera
n la pequeña villa del "Padrón", sita en territorio
gallego, y allá por el año del 1808, vendía sapos y culebras y agua llovediza, a fuer de legítimo boticario, un tal GARCÍA DE PAREDES, misántropo solterón, descendiente acaso, y sin acaso, de aquel varón ilustre que mataba un toro de una puñada.
Pedro Antonio de Alarcón
Que don Juan Nicasio Gallego, clérigo patriota y liberal, y don Antonio Ferrer del Río, prologuista de la edición académica de La Araucana e historiador del reinado de Carlos III, vean con los buenos ojos del alma esta humildad, máscara de mi desnudez, con que me apresto a sucederles.
Era su traje unas calzas de púrpura de Valencia, y de recamado ante un coleto a la leonesa. De fino lienzo
gallego los puños y la gorguera, unos y otra guarnecidos con randas barcelonesas.
Ángel de Saavedra
El Principado de Asturias promoverá su uso, difusión y enseñanza. Artículo 2. Gallego/asturiano. El régimen de protección, respeto, tutela y desarrollo establecido en esta Ley para el bable/asturiano se extenderá, mediante regulación especial al gallego/asturiano en las zonas en las que tiene carácter de modalidad lingüística propia.
Sus frondosos bosques; sus verdes praderas, cubiertas de abundante pasto, donde se crían y ceban hermosos becerros y lucias vacas que dan mantecosa leche; y la rica copia de flores, frutas y hortalizas que hay allí por donde quiera, valían mucho más, según el
gallego, que los áridos cortijos, que las estériles llanuras sin árbol que les preste sombra y sin chispa de hierba, y que los sombríos olivares y viñedos de Andalucía.
Juan Valera
El rey le dijo: «Valiente, por él te doy de rescate seis mil ducados de oro, y más, si en más lo estimares.» Y contestole el
gallego: «Guardarele, que colgarle de mi emperador al cuello podré yo, temprano o tarde.» En esto llegaban otros soldados sin capitanes, con la victoria embriagados, cebados con el pillaje, y en su sagrada persona ponen sus manos rapaces; la veste del rey desgarran, sus preseas se reparten, y le arrebatan del yelmo la bandereta y plumajes, que la codicia villana no guarda respeto a nadie.
Ángel de Saavedra
Figúrese usté que en un lado de la caldera había unos hombres dando martillazos y los que estaban en el lado opuesto no oían nada. -¿Pero hombre, dijo el
gallego, para qué iba a servir esa caldera tan enorme?
Juan Valera
-Atente a barretas y al barreteros, pedazo de cándido, y estarás fresco como lechuga -murmuraba una beata, no de mal cariz, de esas que regalan pañuelo con notitas al padre confesor. El de esta perla sin oriente era un
gallego agustino.
Ricardo Palma