Este humedal destaca especialmente por ser una localidad de gran importancia para la nidificación, migraciones e invernada de las aves acuáticas y marinas, habiéndose censado durante el invierno hasta más de 20.000 individuos pertenecientes a diversos grupos. Entre los reptiles destaca la presencia del galápago europeo y del galápago leproso, éste ya prácticamente desaparecido.
En esta especie se encuentran: ranas, cascabeles, mapana, coral, tragavenados, guio perdicero, culebra de agua, caiman, cachirre, baba, charapa, mata mata, terecay, galápago llanero, morrocoy sabanero, morrocoy anaranjado, mato pollero, lagartija, iguana.
Hay quien sin freno en un corcel galopa, quien lento en asno va o en buey lo imita, hay quien sobre centauro en esta tropa o águila, o grulla o avestruz milita; quien cuerno en la boca trae, quien copa, quien macho o hembra es o hermafrodita: quien trae arnés o escala trae de esparto, quien lima, quien palanca en aquel parto. De ellos el caudillo se veía haber el vientre antes atestado, y sobre un gran galápago venía de paso fatigoso y reposado.
-Echarle indirectas para que no venga tanto -indicó, tímidamente, la menor de las sobrinas. Se le echaron indirectas, y fue igual que pasa suavemente las barbas de una pluma sobre el caparazón de un
galápago.
Emilia Pardo Bazán
Contestole la hada, sin que sus palabras revelasen irritación: -No eres buena, y puesto que tan poca es tu amabilidad, te concedo un don: a cada palabra que pronuncies saldrá de tu boca una culebra o un galápago.
-Cuando éramos pequeñas -siguió por fin la Falsa Tortuga, un poco más tranquila, pero sin poder todavía contener algún sollozo-, íbamos a la escuela del mar. El maestro era una vieja tortuga a la que llamábamos Galápago.
Con esto, Mizifuf el campo corre y pone cerco al muro, armado de un arnés cóncavo y duro de un
galápago fuerte, que sin salir de sí le halló la muerte; la cabeza, adornada de un sombrero, la falda levantada, de un trencellín ceñido, el pasador y hebilla guarnecido, con pluma verde escura, señales de esperanza con tristeza, aunque la justa causa la asegura.
Lope de Vega
-Comevaca ha sido. -En la cárcel de Guayaquil estuvo. -Pero jué por político. -¿Y en Galápago? ¿Por qé estuvo en Galápagggoh? -¡Por comevaca puh!
-¿Por qué lo llamaban Galápago, si no era un galápago? -preguntó Alicia. -Lo llamábamos Galápago porque siempre estaba diciendo que tenía a «gala» enseñar en una escuela de «pago» -explicó la Falsa Tortuga de mal humor-.
Encerrado en su egoísmo como el
galápago en su concha, gozaba conque todo Lima supiese que era rico, hasta el punto de varear la plata, pero que no daba un grano de arroz al gallo de la Pasión.
Ricardo Palma
Completaba el regalo rico albardón y bocado de plata; pero la Mayorazga, dejándose de chiquitas, encajó a su montura un galápago (pues de sillas inglesas no hay noticia en Bouzas), y sin necesidad de picador que la enseñase, ni de corneta que le sujetase el muslo, rigió su jaca con destreza y gallardía de centauresa fabulosa.
Estar, estará donde va cuantos días Dios echa al mundo. La Mayorazga se tambaleó en su galápago, soltando las riendas de la yegua, que resopló sorprendida y deseosa de correr.