Hidalgo el uno, la hermosura crea que corazón le acepte y homenaje, férvido adorador de Dulcinea. Villano el otro, sueña con el gaje, y, si en algo más noble se recrea, es sólo al recobrar a su bagaje.
La frecuencia de las visitas del marqués a la casa de Evangelina, el anillo de ésta como
gaje de amor en la mano del cadáver, las heridas por la espalda, la circunstancia de haberse hallado al muerto al pie del lecho de la señora y otros pequeños detalles eran motivos bastantes para que el virrey, dando crédito a la revelación, mandase suspender la sentencia.
Ricardo Palma
Vuestra actitud de hoy podría ser gaje de futuras ventajas, como podría acarrearnos la pérdida definitiva de lo que más queremos después de Dios.
A los 19 años se enrola con gaje de 4 escudos por mes, en la compañía que su conciudadano Bernardino de Ayala levantó en Talavera.