Sin embargo, la falta de protección de las cabeceras de los ríos Aripuanâ, Machado y Roosevelt causa preocupación. Esta especie, como las otras del género, es especialista en forrajear en hojas muertas.
Buscan artrópodos en el follaje denso o ramas menores, usualmente a 1 a 2 m del suelo, adonde raramente descienden para forrajear.
El apicultor tiene las colmenas y las cajas, así como el material asociado, y las abejas son libres de enjambrarse y forrajear cuando quieran, pero normalmente vuelven a la colmena del apicultor mientras esta constituya un refugio oscuro y limpio.
Al fin sucumbe en una expedición destinada a forrajear, pero aquellas muertes que había imaginado, aquellos funerales, son su verdadera muerte, su entierro verdadero.
La ventaja de los nidos solitarios es que atraen a menos depredadores. La desventaja es que la hembra tiene que forrajear, construir el nido y defenderlo sin ayuda de otras.
El 10 de junio de 1641, la caballería franco-catalana, junto con los migueletes de Josep Margarit i de Biure, rodearon los 1.000 soldados de infantería y 600 de caballería españoles, que habían salido de Tarragona con el fin de recoger forraje, provocando que de la ciudad saliera una columna de infantería para socorrer a los rodeados y cubrir su retirada. A consecuencia de esto, los españoles no hicieron más salidas de Tarragona para forrajear.
Es una especie muy sociable que pueden formar bandadas con otras especies, para forrajear durante el vuelo, sólo se reúnen con aves de otras especies fuera de la época de reproducción.
Un avance lento, tenía el beneficio añadido de no extender demasiado sus líneas de suministro; las tropas holandesas incluso estaban bajo órdenes estrictas de no forrajear, por miedo a que pudieran degenerar en saqueos que pudiesen poner en contra a la población.
Generalmente andan en pares y tienden a ser evasivos en la densa vegetación del sotobosque; la mayoría no se junta a bandadas mixtas para forrajear.
Cuando César apareció a las puertas de Avárico, Vercingétorix movió su ejército a una distancia de quince millas a las afueras de la ciudad, perfectamente situada de manera que César no pudiera marcharse sin una batalla, ni podía forrajear con libertad.
Depositados éstos en un cuarto de la posada, fueron las mulas a
forrajear en un alfalfar situado a dos cuadras de distancia, y los conductores se echaron a pasear.
Ricardo Palma
Así que los galos decidieron dividir sus fuerzas; una parte se dedicaría a asediar la Ciudadela y la otra a forrajear entre los estados vecinos para abastecer de grano a los que estaban dedicados al asedio.