En el interior, siguiendo la ruta trazada por el poder absoluto de una monarquía decrépita que acaba de fenecer, el símbolo de la enseñanza sigue siendo un rosario.
Ausencia putañera de su cruz aventurera muerta en la mentira de su eterna gira... nacer... crecer... nutrirse... reproducirse...
fenecer... nacer... crecer... nutrirse...
Antonio Domínguez Hidalgo
¡Bien tras del monte arde vaga la luz del día cuando declina la callada tarde; bien por la estéril playa sus turbias aguas la corriente envía donde la ola del mar gime y desmaya; bien en las ramas, que al pasar despoja de su retoño tierno, silba el viento en los árboles sin hoja en las noches glaciales del invierno! ¡Bien a la vejez trémula la amarga ley de fenecer!...
Desgraciadamente no duró mucho tanta belleza, y poco tiempo después fue como si ya no pusiesen las gallinas, ni diesen leche las vacas, ni frutas el monte; y bien pronto se conoció que todo en la estancia andaba como el diablo. Antes de fenecer el primer mes, supo don Salvador que se había mancado el mejor caballo de la tropilla de su silla.
Baña de amargo llanto ante él la cara, que nace un manantial de cada ojo, con tan dulce congoja y sentimiento que aun por oírlo pararía el viento; pero con voz tan baja y comedida que no haya quien por ella de él infiera, no por deseo de salvar la vida, que antes la odia y fenecer quisiera, mas por temor de que le sea impedida la obra que venir allí lo hiciera.
Mas cuando una ciudad es asolada, destruida y aniquilada, se asemeja en cierto modo (comparando los objetos pequeños con los grandes) a si todo este mundo pereciese y se acabase.» Esto dice Cicerón, porque opina, con los platónicos, que el mundo no ha de fenecer.
Por ver, hermitaño quiero ser. Andaré sin alegría aquexado de cuydados, por los páramos de día, de noche por los poblados, y assí quiero
fenecer.
Juan del Encina
Más vieron fenecer sus alegrías, Porque dijo de agravio en pocos dias La incauta juventud : « El remo todo Se nos carga, de modo Que ya nuestro vigor se debilita: Más de una hora de sueño se nos quita.
La Cámara de Representantes tendrá las siguientes atribuciones especiales: Elegir al Defensor del Pueblo. Examinar y fenecer la cuenta general del presupuesto y del tesoro que le presente el Contralor General de la República.
Pues si deste desisto y doy en otro mas bajo, ¿que será sino fenecer?” Con esto no me osaba menear, porque tenía por fe que todos los grados había de hallar mas ruines; y a abajar otro punto, no sonara Lázaro ni se oyera en el mundo.
Por otra parte, no nos sentimos de temperamento fatalista: al contrario, pensamos que los pueblos renacen y se constituyen cuando tienen de ello la indómita voluntad. Todavía más: cuando una parte de ese pueblo se niega reciamente a fenecer.
Y como son sus usos, y no sólo sus abusos, a quienes ha llegado la hora de fenecer, no necesita de crítica ni de grandes enemigos y terribles luchas para sucumbir.