¿No había sido siempre fiel, dulce, enamorada, dócil, casta, buena, en fin? ¿Por qué su compañero, su socio en la
familia, rompía secretamente el pacto?
Emilia Pardo Bazán
-Cante la verdad, señor Carmelo -insistió el jefe-. Este asunto se ha de despabilar pronto; antes que vuelva de misa la demás
familia.
Emilia Pardo Bazán
Perecieron los varones en un oscuro lance militar, una emboscada que tal vez preparó el mismo Landolfo, y quedó la niña Lucía para continuar la maldita
familia de Amadei.
Emilia Pardo Bazán
El pobre hombre se apresuró a volver pies atrás. - ¿Qué manda V.?--le preguntó, deseando ser útil al que había devuelto la felicidad a su
familia.
Pedro Antonio de Alarcón
onsiderando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana...
Las muchas veces que mi esposo cayó herido defendiendo a don Carlos (menos la última, que, indudablemente en castigo de estar ya de acuerdo con el traidor Maroto, no halló quien lo auxiliara, y murió desangrado en medio de un bosque), fue socorrido por campesinos de Navarra y Aragón que no aceptaron reintegro ni regalo alguno... ¡Lo mismo haré yo con don Jorge de Córdoba, quiera o no quiera su millonaria
familia!
Pedro Antonio de Alarcón
¡Bástele a usted saber que las gentes disipadas y poco asustadizas con quienes se reúne en el Casino y en los cafés, le han puesto por mote el Capitán Veneno, al ver que siempre está hecho un basilisco y dispuesto a romperse la crisma con todo bicho viviente por un quítame allá esas pajas!, Urgeme, sin embargo, advertir a usted, para su tranquilidad personal y la de su
familia, que es casto y hombre de honor y vergenza, no sólo incapaz de ofender el pudor de ninguna señora, sino excesivamente huraño y esquivo con el bello sexo.
Pedro Antonio de Alarcón
Una carcajada de burla contestó a las quejas del pobre padre. Yo temblaba de horror en el árbol a que estaba atado; porque los gitanos también tenemos
familia.
Pedro Antonio de Alarcón
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación.
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado. 1.
No tendrán derecho a la corona ni al gobierno de Suecia los miembros hembras de la familia real ni sus descendientes, varones o hembras.
No podrán los príncipes de la familia real contraer matrimonio mientras el Rey no haya dado su consentimiento, después de haber consultado al consejo de Estado.