A Artigas pues – queda el hecho en transparencia – había dedicado Mitre parte de sus primeras jornadas de estudioso y escritor de historia y puede además advertirse que si aquél no estaba satisfecho con esta obra realizada (puesto que la confundió en el núcleo de sus “muchos escritos históricos” indefinidos en la Introducción del “Diario” ) ello no era por haberla considerado indocumentada o fantasiosa.
Ojalá que algún día, los maestros podamos destruir a los filotevésofos con nuestro trabajo ejemplar, pues parecería que la teoría de la acción comunicativa ha sido utilizada con una fuerza espeluznante y perversa para destruir el imperio del silencio meditador y estudioso.
Mitre, en efecto, - ya se ha visto – aún no había publicado nunca nada como estudioso del pasado aunque también es verdad, según se ha comprobado, que para entonces guardaba en su gaveta de escritor algunos inéditos.
Por mucho que en nuestros tiempos, Juan León Mera en su Virgen del Sol José Fornaris en sus Cantos d9l sibonet/j Julio .Ar- boleda en su Gonzalo de Oyon y otros poetas cuya 'enumera- ción sería larga, hayan pretendido crear una "literatura indí- gena, vése en sus obras algo de amanerado, de poco espontáneo, y traslúcese estudioso empeño para disimular que los buenos modelo?, de la literatura española han influido en la inspiración del autor.
Nos vamos, queridos compañeros de armas de Cuba, convencidos, a pesar de lo poco que pudimos ver, de que ustedes se aplican eso de que están -como el título de una buena obra de un estudioso del tema panameño- como pez en el agua.
Y bien; leyendo esta “Historia de Belgrano” que Mitre comenzó a trazar – según él mismo lo afirma – “sin la intención de formar un libro - escribiendo en la noche lo que debía imprimirse al día siguiente y con la misma precipitación con que se redactan artículos de periódicos”, uno se encuentra a cada instante ante las demostraciones más palmarias de la inquina del autor hacia Artigas y del poco y ningún fruto que aquél había extraído hasta allí a su respecto en las ya largas y esforzadas jornadas de estudioso e investigador.
Buen conocedor de la historia, destacó como estudioso de la medicina y profundo conocedor de los sutras budistas y la biblia cristiana.
Este inmenso y atrevido intento de hacer un panorama del desarrollo y evolución del pensamiento individualista resulta francamente aterrador para el estudioso al llegar el siglo ísmico: el siglo XX.
Y, humillado, con lágrimas de rabia y de despecho en los ojos, humedad que enturbiaba sus lentes de
estudioso miope, declaró: -Bien, tío; me quedo con usted...
Emilia Pardo Bazán
Pero su hermana le replicaba, sosteniéndole que un niño tan
estudioso y consagrado necesitaba muy buen alimento; que sin salud no podía haber sacerdotes, y que a alma tan sana no podían malearla las insignificancias de unos cuatro bocados más sabrosos que la bazofia ordinaria y cotidiana, ni mucho menos el humo de un cigarro; y que así como esa alma se alimentaba de las dulzuras celestiales, también el pobre cuerpo que la envolvía podía gustar algo dulce y sabroso, máxime cuando Damiancito le ofrecía a Dios todos sus goces puros e inocentes.
Tomás Carrasquilla
Tucker en 1908, pero hace tiempo se halla fuera de circulación. Acerca de las publicaciones de Josiah Warren me gustaría citar aquí a otro gran
estudioso y bibliófilo, el Dr.
Josiah Warren
Ésta es la razón por que el satírico debe comprender perfectamente el espíritu del siglo a que pertenece; y ésta es la gran diferencia que entre los satíricos de las literaturas antigua y moderna choca al
estudioso.
Mariano José de Larra