Con inocente coquetería se alisaba el pelo ondulado y se miraba en el
espejo de tres lunas, cerciorándose de que las señales de las lágrimas se habían borrado del todo, después del lavatorio con colonia y el ligero barniz de velutina.
Emilia Pardo Bazán
Aquel lujoso mueble era toda una obra, excogitada y dirigida por el minucioso aristócrata; estaba provisto de grandes ruedas que facilitarían la conducción del enfermo de una parte a otra, articulado por medio de muchos resortes, que permitían darle forma, ora de lecho militar, ora de butaca más o menos trepada; con apoyo, en este último caso para extender la pierna, y con su mesilla, su atril, su pupitre, su
espejo y otros adminículos de quita y pon, admirablemente acondicionados.
Pedro Antonio de Alarcón
-No, pos eso no debe ser tampoco, porque las mujeres no tenemos otro guiso que ése y los años se van y ya se sabe qué cosas son las que se llevan; como que cuando yo me miro al espejo, y ya ve usté que no será porque yo ya tenga que presumir; pero cuando me miro al espejo me pongo nerviosa, porque es que duele el ver cómo cambian las cosas en esta vía.
-Pos bien: mi consejo es que se vaya usté ahora mismito a su casa, coja usté una silla, se siente usté en ella delante del espejo mejor azogao que tenga usté en su cubril, meta usté mano a la petaca y se fume usté un par de cigarros mirándose en el espejo.
A Rosario se le ocurrió verse al espejo engalanada con aquellas prendas; la cosa no tenía nada de particular, con quitárselos en seguida no se enteraría la vendedora, y si la sorprendía no por tal cosa iba a denunciarla al juzgado; y todavía no había acabado de hacer estas reflexiones Rosarito, cuando ya estaban realizados sus propósitos y contemplábase reproducida en el espejo y en la puerta vidriera de la alcoba.
ierto día un duende malo, el peor de todos, puesto que era el diablo, estaba muy contento porque había preparado un
espejo que tenía la propiedad de que todo lo bueno, bonito y noble que en él se reflejaba desaparecía, y todo lo malo, feo e innoble aumentaba y se distinguía mejor que antes.
Hans Christian Andersen
Entonces fueron petrificados ojos por los Espíritus del cielo, lo que los veló como el aliento sobre la faz de un espejo; los ojos se turbaron; no vieron más que lo próximo, esto sólo fue claro.
Cogió el abanico y un par de guantes, y, estaba a punto de salir de la habitación, cuando su mirada cayó en una botellita que estaba al lado del espejo del tocador.
por la meseta de legendaria historia, al sol, para admirarse, de un pedazo de cielo formó un inmenso espejo refulgente de gloria; y al contemplarse en su obra, como si fuera anhelo su imagen rutilante quedó perpetuamente estampada en el lago que él infundiera vida; y nació Manco Capac genial, omnipotente y surgió Mama Ocllo, la reina bendecida...
Mas no por esto seré culpable. Yo hago oficio de espejo, que les hago ver en sí lo que en sí no pueden ver. Ninguno puede ver en su rostro la fealdad que en él tiene; y el que con los propios ojos no puede verse a sí, la ve y se la advierte.
Los alumnos de su escuela, pues tenía una porque era profesor, decían que el
espejo era milagroso, porque en él se podía ver, afirmaban, cómo eran en realidad el mundo y los hombres.
Hans Christian Andersen
-dijeron sus alumnos. Así lo hicieron, pero cuanto más subían, más muecas hacía el
espejo y más se movía, y casi no lo podían sostener.
Hans Christian Andersen