Los tiranos son grandes estudiantes de los semblantes; y el pueblo, cuando reinan, espía con atención las señas exteriores, para descansar la curiosidad ansiosa sin riesgo.
Porque has de saber que la tal espía, sí sabía menearlo bien, no como otras… -¡Oh, el tiempo que se me ha concedido para este diálogo, se ha acabado, querida Gioconda!
Hacía algunos años, los dos compinches, entre las nieves del Himalaya, aturdieron a palos a un
espía prófugo de la policía in-glesa.
Roberto Arlt
La vida se le ha ido casi entera; sólo un rayo le queda, un menudo rayo tembloroso, hecho con una absurd- esperanza: ¡la carta del Rey, la carta que el Rey le va a escribir! Y recogido sobre sí mismo, Amal espía los rumores que llegan, por si alguno de ellos es el del cartero.
Si, en un territorio ocupado, una persona protegida por el Convenio es capturada por espía o saboteadora, o porque se sospecha fundadamente que se dedica a actividades perjudiciales para la seguridad de la Potencia ocupante, dicha persona podrá quedar privada de los derechos de comunicación previstos en el presente Convenio, en los casos en que la seguridad militar lo requiera indispensablemente.
En vano á necias sospechas Abriendo su corazon En un lugar como espía, En otros como traidor Asegura mi persona En una oscura prision, Y ata mis pies fatigados En un potro infamador.
El canto de las nuevas liturgias es la combinación de siniestros ruidos que se anudan unos a otros en el extremo de sus ecos; la plegaria, el lamento, el silbido del látigo, el crujimiento de los huesos triturados por la herradura de los caballos, el rechinamiento de las puertas de los presidios, la maldición del sicario, la caída de los cuerpos en las aguas del mar, el chisporroteo de las rancherías incendiadas, el paso cauteloso del
espía, el cuchicheo del denunciante, la risa del cortesano, el clamor de la adulación, el lloro de los pequeñuelos y el murmullo monótono de oraciones estúpidas ...
Práxedis G. Guerrero
Cuando con su sonrisa hipócrita de espía creyó haber entendido todo el funcionamiento de la maquinaria del ámbar protector y empezó la cuenta atrás para lograr el cataclismo, fue llamado por su presidente que se encontraba inquieto ante el retraso de resultados con el fin de comparecer ante él, sobre lo que se iba obteniendo.
"El espía del Gran Mundo"...
Rebeldes y sospechosos se amontonaban confundidos en el infecto recinto de los presidios. Tras del
espía y del soldado, se presentó el juez, con la consigna en el bolsillo.
Práxedis G. Guerrero
Menos se ha de fiar en socorros y confederaciones. Si Pompeyo no fuera asistido de Marco Bruto (cosa que estimó tanto), no trajera a sí la espía de su retirada para su muerte.
Todo el mundo le hecha a él la culpa de esto; a mi me ha avisado un espía que le ha visto a él solo recorriendo la llanura y en su mano la espada recién ensangrentada; él me a puesto sobre la pista.