Artículo 186.- En los casos de envenenamiento se recogerán cuidadosamente las vasijas y demás objetos que haya usado el ofendido, los restos de los alimentos, bebidas y medicinas que hubiere tomado, las deyecciones y vómitos que hubiere tenido, todo lo cual será depositado con las precauciones necesarias para evitar su alteración, y se describirán todos lo síntomas que presente el individuo intoxicado.
Todo le hacía esperar un espléndido porvenir, y acaso habría alcanzado el alto rango de almirante si el diablo, en forma de una linda limeña, no se hubiera encargado de perderlo. Dijo bien el que dijo que el amor es un
envenenamiento del espíritu.
Ricardo Palma
Artículo 473.- Si se tratare de envenenamiento, se recogerán cuidadosamente todas las vasijas y demás objetos que hubiere usado el enfermo, los restos de alimentos, bebidas y medicinas que hubiere tomado, las deyecciones y vómitos que hubiere tenido, depositándose todo con las precauciones necesarias para evitar su extravío o alteración, y describiéndose todos los síntomas que presente el paciente.
Artículo 170.- En el caso de lesiones internas, envenenamiento u otra enfermedad proveniente del delito, además de cualesquiera de otras diligencias que resulten procedentes, se practicará inspección haciéndose constar las manifestaciones exteriores que presentare la víctima y se recabará el dictamen pericial en que se expresarán los síntomas que presente, si existen esas lesiones y si han sido producidas por una causa externa.
No había sido suficiente abandonar El Havre. La absurda novela del
envenenamiento de su mujer le había seguido hasta Tánger. Inútil que le absolvieran de la disparatada acusación.
Roberto Arlt
En cuanto al envenenamiento de Sánchez Carrión, el mismo empeño que tomó el gobierno para desvanecer el rumorcillo acusador, contribuyó á fortificarlo.
—Excusará el señor Mariátegui que deje sin respuesta sus observaciones sobre el proceso, porque de ellas me ocupo ten mi próxima contestación al señor Paz-Soldán; y en cuanto al envenenamiento de Sánchez Carrión, yo, en mi opúsculo, nada aseguro.
Voy á correr el velo á un secreto, que no he querido pu- blicar antes de ahora, sobre el asesinato de Monteagudo y envenenamiento de Sánchez Carrión.
Dije sencillamente cuál fué la creencia popular por entonces, creencia que debió ser muy generalizada cuando el Gobierno se vio obligado, para combatirla, á disponer la autopsia del cadáver. Basta que el general Mosquera diga hoy que fué real el envenenamiento.
Agustín Guillermo Tincope de Quisurucu, de cómo el cura Gutiérrez había encontrado en el nuevo gobierno valedores que echaran tierra sobre el
envenenamiento.
Ricardo Palma
En vano alegó que Annibal aún en la flor de su edad podía ser peligroso, que su muerte era necesaria; mil voces respondieron que lo que era injusto e innoble, no podía ser jamás ventajoso para una gran nación; que tales pretextos justificarían los asesinatos, el envenenamiento, y toda especie de crimen.
Tras aplicar la nariz a los labios del difunto, detecté un ligero olor acre, y deduje que aquel hombre había muerto por la obligada ingestión de veneno. Al ser el envenenamiento voluntario, pensé, no habría quedado impreso en su cara tal gesto de odio y miedo.