-A vos. Y os acusan de una muerte Hecha en esta misma calle. -Sirena, ¿qué enredo es éste? -¡Ay!, ¡huid, don Juan, huid! Y no extrañéis que os recuerde La muerte de don Gonzalo.
Forjó un enredo chistoso con el rector y una moza que vino de Zaragoza con oficio no piadoso y contó tan peregrinos lances de entrambos, que el viejo tuvo por mejor consejo reírle sus desatinos.
-¿Qué le pasa? Benegas comenzó a contar al coronel la historia de su
enredo financiero con Muza. Por un instante pensó en contarle una mentira al coronel: que Muza le había pedido los planos de las baterías que defendían el valle Lukus; pero, rápidamente, comprendió que el coronel podía adivinar su mentira o tratar de aprovecharla.
Roberto Arlt
CELESTINA 61 (Aparte.) ¡Por el siglo de mi abuela, que este don Juan es el mesmo que ofrecí traer a doña Ana! DOÑA ANA 35 (Aparte.) Ven aquí cómo este enredo se me ha hecho sin sentir.
que ni a 39 peniques he encontrado (antes de ver a Aguirre y Solarte) quien me supliese cosa alguna; y ni aún el mismo Lizaur quiso. No sé si querrán los señores Directores meter enredo.
El desenlace es rapidísimo y está hecho como en las más de las comedias antiguas, en que parece, por lo general, que el poeta, fatigado de la complicación larguísima de su propio
enredo, atropella las dificultades y corta más bien que desata.
Mariano José de Larra
ste baile del Real, que de otro modo sería uno de tantos, vulgar como todos, asciende a memorable por lo que aún se discute si fue ilusión de fantasías acaloradas por libaciones, alucinación singular de los ojos, broma lúgubre de algún desocupado malicioso o farsa amañada por los concurrentes -aun cuando esto último parece lo más inverosímil, por la imposibilidad de que se pusiesen de acuerdo tantas personas extrañas las unas a las otras para referir un
enredo sin pies ni cabeza.
Emilia Pardo Bazán
Estrújanse y aráñanse todos buscando un punto de apoyo para salir de aquel enredo: y poco a poco, y con grandes fatigas, van levantándose uno a uno; y renqueando y vacilando, se vuelven a poner en marcha, y llegan a un punto en que se bifurca la carretera.
-Tienes mucha imaginación, madre COATLICUE, y todo por tantas faldas que te pones, es tanto el enredo que llevas que pareces envuelta en serpientes o que tus faldas son de culebras.
Mas eso no ha de estorballe, pues cesa con declaralle que causo yo tus deseos. JUAN. Si el Conde está sospechoso, ha de pensar que es enredo. JULIA .
Sin embargo, hasta en eso hubo enredo, como fue el caso de un pagaré de Confía a Citibank que el gobierno cubrió de manera anticipada en 2000.
Quien camina descuidado es fácil de saltear. Agora pienso acabar el enredo comenzado. Con esto a mi amor quité el mayor impedimento; que como a solas esté con Alarcón, a mi intento hoy dulce puerto daré.