En éste conjunto palaciego, centró el gran mecenas ubetense buena parte de sus esfuerzos por ennoblecer los símbolos de su linaje, pretensión que sería culminada con la construcción de su capilla funeraria.
Era costumbre ya desde el XVI, que obispos, prelados y particulares, donasen diferentes piezas, como coronas, mantos, diademas… para ennoblecer las tallas de la virgen y el niño.
Sin embargo, las fechas de fundación de las ciudades fenicias de la antigüedad, tanto de Útica, Cartago o de la propia Gadir, según algunos estudiosos, como Aubet, son dudosas. En la época en la que se producen las dataciones (época helenística) se tendía a ennoblecer el origen de algunas ciudades.
Juro ante Dios y por ti pueblo lindo y sin piedad, luchare por defenderte y en ennoblecer tu moral, derramare si es posible sangre y no he de claudicar con amor y ante tu previo ante Dios boy a gritar: te quiero bajo baudó, pueblo lindo.
El rey Alfonso XII de España le concedió el ducado, siguiendo la política de su madre Isabel II de ennoblecer a sus parientes más cercanos y que por diferentes motivos no gozaban de una situación económica holgada ni de título propio, y así favorecer futuros matrimonios ventajosos.
También se podría ennoblecer a tres personas y hacerlas integrantes de la Orden de Caballeros de San Silvestre (Militiae Aureae).
Lo mismo que los hombres prefieren en sus actos la grandeza a la justicia, así también los artistas quieren ennoblecer e instruir.
Hemos salido de las sombras para abrasarnos en la llama; hemos aparecido para distribuir nuestra sustancia y ennoblecer las cosas.
En esta forma contribuye la Asistencia Pública a ampliar las bases económicas y sociales que necesita la Revolución para realizar plenamente su finalidad humanista de mejorar y ennoblecer la vida de su población.
Buscar la vida en la verdad es, pues, buscar en el culto de ésta ennoblecer y elevar nuestra vida espiritual y no convertir a la verdad, que es, y debe ser siempre viva, en un dogma, que suele ser una cosa muerta.
Hay que añadir gente elegante presurosa por comprar una propiedad cuyo precio sobrepasa sus posibilidades, pero que consideran lógica y fríamente el tiempo de vida que les queda a sus padres o a sus suegras, octogenarias o septuagenarias diciendo: «Antes de tres años heredaré seguramente, y entonces...» Un asesino nos desagrada menos que un espía. El asesino lo es quizá por un arrebato de locura, puede arrepentirse, ennoblecer.
Nada con efecto se desearía en esta obra, si el Poeta hubiera sabido sujetar su imaginación, y pulir mas, y ennoblecer su estilo: pero es difícil, quizá imposible, á las fuerzas de un escritor dar interés y corrección á un poema compuesto de quarenta mil versos.