Pero sucedió con ella lo que con toda afición mal reprimida; de idea pasajera pasó a idea fija, y no cortado el mal en su principio, debía llegar a ser una pasión
devoradora de mudar de sitio; pasión que indudablemente me hubiera llevado al sepulcro, como todas las pasiones vehementes, a no verse satisfecha.
Mariano José de Larra
Una combustión irresistible, devoradora, todopoderosa, inmediata: el cumplimiento total, en sus minuciosos y terribles detalles, de las llameantes y aterradoras anunciaciones de las profecías del Santo Libro.
No saben el señor Polifemo cómo es, cuando en esta cueva cruel se meten y a la mandíbula del Cíclope devoradora de hombres tienen la mala suerte de llegar, pero estaos callados para que sepamos de dónde llegan a la roca del Etna siciliano.
2 Piedras conjuradas por sismos imprevistos masacraron su roto corazón sin lágrimas; esquirlas de lascas asesinas rasgaron las pilastras de su cuerpo en terremoto y lo derrumbaron de su altura gótica; castillo abandonado sin princesas, bestia vencida que se hundía en la tierra despiadada...
devoradora de sus riscos.
Antonio Domínguez Hidalgo
Vamos a comer y a dormir, si es posible que durmamos, aunque es seguro que comeremos. Yo a lo menos. Traigo un hambre devoradora. Dormiremos en un ranchuelo que nos harán los indios con matas de árboles.
La fiebre devoradora Le va postrando, le humilla, Y en delirio abrasador Con voz moribunda grita: -«Tú no engañas, Adelaida, »Tú estás en mi compañía: »Los dos juntos marcharemos »Al Edén de las delicias.» Su mal se aumentaba siempre, Sin admitir medicina...
Con el alba despertaron muchos sintiendo las angustias de una sed
devoradora, y sus mujeres e hijos salieron a traer agua de los arroyos vecinos.
Ricardo Palma
Mientras don Braulio y doña Isabel tenían suficiente valor y suficiente energía para no hacer caso de quien los despreciaba, Montenegro, con la susceptibilidad de su carácter, su noble corazón y su prurito de caballero, sin que nunca se realizasen sus ilusiones, y viendo cómo su madre moría en la miseria, una melancolía devoradora fue poco a poco invadiendo su espíritu, ocupado siempre en una idea fija.
La otra, muy endeble, inclinaba sobre su pecho de tísica una cabeza primorosa y febril, consumida por la fe devoradora de los mártires y de los iluminados.
Fue un momento en el que el pretendiente se sintió enamorado como un moro. Echó a la niña una mirada profunda,
devoradora. Ella correspondió con otra larga y golosa y curiosa de la sensación nueva.
Emilia Pardo Bazán
Tú también contemplaste horrorizada de aquella fiera plaga los efectos; tú, mar devoradora, donde ejercen la tempestad y los airados Euros imperio tan atroz, donde amenaza, aliado con los otros tu elemento cada instante un naufragio; entonces diste nuevo asunto al pavor del marinero; entonces diste a la severa Parca duplicados tributos.
¡Un año! Y la pobre niña aún siente devoradora de su amor la eterna llama que el tiempo apagar no logra. Un año va a hacer que ausente del dulce sueño que adora, aún de su vuelta conserva una ilusión mentirosa.