Es una de las obras más representativas de la literatura indigenista iberoamericana, movimiento que precedió al realismo magico y que enfatizaba un realismo brutal, impactante y muy descarnado.
Infiérese del discurso, pues, que una nación, al abrazar un género literario, no hace sino obedecer a las leyes necesarias de su existencia moral; que la crítica moderna, siguiendo una expresión enérgica del mismo autor, no ha examinado imparcialmente, sino que ha
descarnado y vuelto esqueleto el teatro antiguo, como hace con una mujer hermosa el escalpelo del anatómico; y, en fin, que la cuestión del género clásico y del romántico no puede nunca ser absoluta, sino relativa a las exigencias de cada pueblo.
Mariano José de Larra
La mal pergeñada puerta cedió en este instante a un vigoroso empuje, y tres foragidos entraron en aquella estancia, mal alumbrada por un candil colgado en una de las salientes asperidades del descarnado muro.
Ésta es la fija, seor Año. -¿No ves la sangre allí? -chilló de pavor el Año, señalando a la chimenea con su
descarnado dedo-. ¿No la ves?
Emilia Pardo Bazán
Los cascos, a fuerza de dar vueltas a la noria, les habían crecido extraordinariamente y su descarnado cuero estaba cubierto de repugnante sarna.
Una entre sonrisa y mohín estereotipado en sus labios finos y pálidos hablaba con muda elocuencia del recóndito, silencioso y constante malestar, y sus movimientos estaban llenos de languideces; la falda de color de rosa que vestía, como la chaquetilla del mismo color, que ocultaba del todo casi amplio pañuelo blanco de Canilla, dejaba adivinar lo descarnado de su cuerpo de armónicas elegantes proporciones.
Joseíto, tendido en la cama del señor Juan, miraba a éste con expresión triste y meditabunda; su imaginación estaba bien distante de allí; la imagen de su Rosalía no se apartaba un punto de su pensamiento, con sus grandes ojos febriles, su perfil bello y descarnado, sus labios exangües, enjoyados por una sonrisa de melancólico irresistible encanto.
A los pocos días de esta declaración, murió el desventurado padre Oroz, á los veinticinco años de haber empezado la expiación. Exa- minado el cuerpo del difunto, se le halló casi descarnado á disciplinazos.
Entonces el hueso lanzó con fuerza saliva en la mano extendida de la joven; ésta, al instante, miró con mirada curiosa el hueco de su mano, pero la saliva del hueso ya no estaba en su mano, “En esa saliva, esa baba, te he dado mi posteridad. He aquí que mi cabeza no hablará ya más; ya no es más que un hueso descarnado.
"No es más que la señal de la cadena; pero no me da pena, pues aunque por inquieto a ella estoy sujeto, me sueltan cuando comen mis señores, recíbenme a sus pies con mil amores: ya me tiran el pan, ya la tajada, y todo aquello que les desagrada; éste lo mal asado, aquél un hueso poco
descarnado; y aún un glotón, que todo se lo traga, a lo menos me halaga, pasándome la mano por el lomo; yo meneo la cola, callo y como" "Todo eso es bueno, yo te lo confieso; pero por fin y postre tú estás preso: jamás sales de casa, ni puedes ver lo que en el pueblo pasa" "Es así" "Pues, amigo, la amada libertad que yo consigo no he de trocarla de manera alguna por tu abundante y próspera fortuna.
Félix María Samaniego
Y para vestir a este
descarnado esqueleto, rígido y seco y lleno de esquinas y salientes, no se ha encontrado mejor carne que un sistema de prácticas teatrales y ñoñas, con sus decoraciones, sus luces, sus coros y su letra y música de opereta mala con derroche de superlativos dulzarrones y acaramelados.
Miguel de Unamuno
A medida que a ella me aproximaba, iba desconociendo más y más el terreno, hallándole descarnado en muchos sitios, revuelto en otros, poblado de trabajadores y cruzado por zanjas, trainwais y túneles a cada instante.