La joven Adela era sin duda alguna de las picantes; hermosa a sabiendas suyas y con una conciencia de su belleza acaso harto pronunciada, sus padres habían tratado de adornarla de todas las buenas cualidades de sociedad; la sociedad llama buenas cualidades en una mujer lo que se llama alcance en una escopeta y tino en un cazador, es decir, que se había formado a Adela como una arma ofensiva con todas las reglas de la destrucción; en punto a la coquetería era una obra acabada...
Por un movimiento de coquetería, o bien para gozar mejor la vista del paisaje, las compañeras de Cristian levantaron las echarpas de crespón blanco que ocultaban su semblante.
La noticia cundió con tanta rapidez que al poco rato no hubo quien la ignorara, siendo general la alegría y grande la satisfacción del orador que había expuesto al príncipe la conveniencia de casarse, pues atribuía únicamente a su discurso el mérito de la resolución. Cada joven creyó que ella era la elegida y todas se vistieron con coquetería, hablaron con melindre y se peinaron con esmero.
Con inocente
coquetería se alisaba el pelo ondulado y se miraba en el espejo de tres lunas, cerciorándose de que las señales de las lágrimas se habían borrado del todo, después del lavatorio con colonia y el ligero barniz de velutina.
Emilia Pardo Bazán
Después, durante varios días, no tuvo queja de ella el Cachete: la Gorgoritos no separábase de su lado más que para ocuparse al galope de sus más indispensables quehaceres domésticos; no se acostaba, dormía a ratos en una mecedora junto a la cama, confortábale el espíritu hablándole de cosas agradables, entreteniéndole con los chismes de la vecindad, y hasta, desde una tarde en que él púsose mohíno al verla encorsetada y con flores en el pelo, había renunciado a toda coquetería y veíala siempre de trapillo y sin avalorar con adorno alguno sus irresistibles encantos.
Comparad esa acción con la de los soldados de Pompeyo, huyendo de las tropas de César que tenían la consigna de pegarles en la cara; ved a Maximiliano de Austria rechazando la fuga por no cortarse la hermosa barba. ¿De qué lado están la superficialidad, la
coquetería estúpida, la vanidad necia?
Práxedis G. Guerrero
Su belleza y su
coquetería eclipsaron por completo a sus hijas, o, mejor dicho, ayudaron a que resaltase lo poco que debían a la Naturaleza.
Emilia Pardo Bazán
Era en efecto la misma Clarimonda que había visto en la iglesia el día de mi ordenación; tenía el mismo encanto, y la muerte parecía en ella una coquetería más.
Bajo la claridad viva de las bombillas, semiocultas entre el follaje, que se combinaba con la lunar, estaban con aquel atavío, seductoras, habiendo echado el resto en peinado, joyas, perfumes, guanteado flexible hasta el codo y calzado finísimo sobre medias exquisitamente caladas. Era todo rugir de sedas, parloteo de excitación, rechispeo de diálogo, escaramuzas de
coquetería.
Emilia Pardo Bazán
-Sttt... Por aquí, el comedor... La mesa estaba resplandeciente de elegancia y
coquetería. La doncella me hizo seña de que me sentase.
Emilia Pardo Bazán
Esperábamos ya alrededor de la mesa mi tía, mis dos primitas, que, en el vigor de la robustez y de la juventud, hubieran podido marear a un estoico con algo menos de rubor y con un poco más de coquetería, y el predicador que debía hacer el panegírico del santo aquel día.
Nati terminó, ante el modesto armario de luna, su tocado y sus aprestos de
coquetería. La tarea de prender el sombrero no fue corta.
Emilia Pardo Bazán