Recordó el día en que, sin ser vista por sus padres, había ido a la casa de la mujer del portero, que se hallaba moribunda. Sentóse a su vera, le tuvo
cogida la mano y escuchó sus últimas palabras: «¡Bendita!
Hans Christian Andersen
Muy cerca de ella pasó una pareja solitaria,
cogida del brazo, como aquellos novios del bosque, el piloto y la hija del peletero.
Hans Christian Andersen
Ha, dixo el Saturnino,
cogida tengo la naturaleza "con las manos en la masa." Engañábanle empero las apariencias, y así sucede muy freqüentemente, quando uno usa y quando no usa microscopios.
Voltaire
La pequeña, que habiendo logrado calzar el pie, iba ya a montar a horcajadas y a caerse del otro lado, seguramente, sintióse
cogida de la pierna.
Horacio Quiroga
No era cuchino: era una señora de mantellina y saya de merinito algo mono, que la tenían con la lengua tendida en el yunque, con la punta
cogida con unas tenazonas muy grandes; y un par de diablos herreros muy macuencos y cachipandos li alzaban macho a toda gana.
Tomás Carrasquilla
Oyóle Héctor con intenso placer, y corriendo al centro de ambos ejércitos con la lanza
cogida por el medio, detuvo las falanges troyanas, que al momento se quedaron quietas.
Homero
-Y cuando ya tuvo cogida a aquella pobre insensata --continuó mi tía---, y Dios me perdone por llamar así a una criatura que ya está donde usted no tiene prisa por reunirse con ella; como si todavía no les hubiera hecho usted bastante daño a ella y a los suyos, se puso usted a educarla, ¿no es así?
Clase que ve la luz, que gusta ya de ella, pero que como un niño no calcula la distancia a que la ve; cree más cerca los objetos porque los desea; alarga la mano para cogerla; pero que ni sabe los medios de hacerse dueño de la luz, ni en qué consiste el fenómeno de luz, ni que la luz quema
cogida a puñados.
Mariano José de Larra
¿Dónde? -gritó el señor Windibank, y hasta sus labios palidecieron mientras miraba a todas partes igual que rata
cogida en la trampa.
Arthur Conan Doyle
Mi cuarto, el cuarto de don José Fernández, le richissime américain, tiene por mobiliario una cama en que no se acostaría por ninguna suma el último de mis criados parisienses, una mesa tosca en que escribo y un enorme platón de madera, que por la mañana me llenan de agua helada, cogida en el torrente para bañarme.
11 Y Jehová habló á Moisés, diciendo: 12 Habla á los hijos de Israel, y diles: Cuando la mujer de alguno se desmandare, é hiciere traición contra él, 13 Que alguno se hubiere echado con ella en carnal ayuntamiento, y su marido no lo hubiese visto por haberse ella contaminado ocultamente, ni hubiere testigo contra ella, ni ella hubiere sido cogida en el acto...
La zarina, temblante, apresta la sonrisa, pinta sus mejillas, se prende en el seno una rosa de Teherán,
cogida del rosal, que ella misma cuida, y sale al encuentro del esposo, como debe hacer toda esposa fiel y amante.
Emilia Pardo Bazán