El momento realmente importante para el cracker llegó en 1801 gracias a otro panadero de Massachusetts, Josiah Bent, quien quemó un lote de galletas en su horno de ladrillo. El ruido crujiente que hacían las galletas inspiró su nombre (crack significa 'chasquear' o 'crujir').
Este kōan también es famoso en la cultura occidental por habérsele dado un buen número de respuestas espurias o incorrectas tales como: chasquear los dedos, el silencio de mover una mano en el aire, darle una bofetada al profesor, poner la mano debajo de la axila para hacer ruidos obscenos, etc.
El momento revolucionario para el cracker llegó en 1801 gracias a otro panadero de Massachusetts, Josiah Bent, quien quemó un lote de galletas en su horno de ladrillo. El ruido crujiente que hacían las galletas inspiró su nombre (crack significa 'chasquear' o 'crujir').
Sacar la lengua y llevar su punta de derecha a izquierda, de arriba a abajo repetidas veces. Chasquear la lengua con el paladar superior.
–Debe ser el Rosario ... –O el Alegría … Oyese luego el chasquear de los remos que azotan las olas y entonces la voz de las madres: –¡Joaquín!...
Nadie contestaba. Gritaron entonces, alimentaron la fogata y por fin oyeron claramente el chasquear de los remos, y las voces cerca de la orilla.
La boca era un trozo de un rastrillo viejo; por eso tenía dientes. Había nacido entre los hurras de los chiquillos, saludado con el sonar de cascabeles y el
chasquear de látigos de los trineos.
Hans Christian Andersen
Pregunté qué gente eran y dijeron que no eran sino cocheros; y dijo un diablo lleno de cazcarrias, romo y calvo, que quisiera más (a manera de decir) lidiar con lacayos, porque había cochero de aquellos que pedía aún dineros por ser atormentado, y que la tema de todos era que habían de poner pleito a los diablos por el oficio, pues no sabían
chasquear los azotes tan bien como ellos.
Francisco de Quevedo
Aquí el narrador se interrumpía para hacer
chasquear la lengua y pasar revista a las caras mofletudas de las muchachas que soltaban el trapo al reír.
Baldomero Lillo
Don Simón Antonio, a quien exaspera la lenta marcha de su prisionero, lo hostiga a cada instante, haciendo
chasquear el látigo y gritando con irritada voz: -¡Vamos, apúrate, grandísimo bribón!
Baldomero Lillo
El farmacéutico se levantó, extendió el brazo y haciendo
chasquear la yema de los dedos, exclamó ante el mozo del café que miraba asombrado la escena: –Rajá, turrito, rajá.
Roberto Arlt
Mi padre le mostrará el funcionamiento antes de que se vaya usted a la cama esta noche, en todo caso; y con el receptor en su oído, estoy segura de que podrá chasquear los dedos ante toda clase de asombrosos sentimientos si le vuelven a turbar." Esa noche, el Dr.