Así, pues, el objeto que del sueño nos muestra significa vestido negro (toilettes = tocador y vestido), o sea luto, y alude directamente a un fallecimiento. Por su otro extremo recuerda la
canoa en que las tribus primitivas colocaban los cadáveres, abandonándolos en el mar.
Sigmund Freud
Cuando fui a plancharlo, el sombrerero me explicó el motivo: la copa era escandalosa por lo alta, y las alas ridículas por lo estrechas... El sombrero de moda era de anchísimas alas y de copa tan baja, que no era digna de una verdadera canoa.
En las noches de verano pasaban horas enteras contemplando la claridad de la luna, y aquel movimiento de las aguas que se llama mar. De tiempo, en tiempo, se veía cruzar una canoa por la cristalina corriente, y perderse en los recodos de la costa.
El hombre conocía bastante bien su río, para no ignorar dónde se hallaba; pero en tal noche y bajo amenaza de lluvia, era muy distinto atracar entre tacuaras punzantes o pajonales podridos, que en su propio puertito. Y Subercasaux no iba solo en la
canoa.
Horacio Quiroga
En lado alguno a que se volviera el rostro, se hallaba un poco de aire que respirar. Y en ese momento, claras y distintas, sonaban en la
canoa algunas gotas.
Horacio Quiroga
En efecto, la
canoa avanzaba ahora doblando las ramas, y dos o tres veces el remo de babor se había deslizado sobre un gajo sumergido.
Horacio Quiroga
El hombre, con sombría energía, pudo efectivamente llegar hasta el medio del río; pero allí sus manos dormidas dejaron caer la pala en la
canoa, y tras un nuevo vómito —de sangre esta vez— dirigió una mirada al sol que ya trasponía el monte.
Horacio Quiroga
Y enseguida, consultando el memorándum, dijo: -Respecto a la ayuda pecuniaria que nos permita lanzar nuestra frágil canoa sobre el océano de las empresas, he vuelto a considerar detenidamente este punto importante del negocio, y me atrevo a proponer mis notas de mano, hechas (no necesito decirlo) en papel timbrado, como lo requieren varios actos del Parlamento relativos a estas garantías.
Al atardecer, sin embargo, su belleza sombría y calma cobra una majestad única. El sol había caído ya cuando el hombre, semitendido en el fondo de la
canoa, tuvo un violento escalofrío.
Horacio Quiroga
¡Sí!, entre la podredumbre, al estrépito de las fiestas tunantescas, el chico vivió y pronto estuvo sano y en pie. Luego, llegaron después sus quince años. El tío Lucas había logrado, tras mil privaciones, comprar una
canoa. Se hizo pescador.
Rubén Darío
La corriente baja con mucha fuerza, y trae tanta arena que las canales se obstruyen. Al salir de este rio para seguir la costa hacia el norte, hallamos tan poca agua que varamos con una canoa chica.
Con tres criollos de la Margarita y once vasallos de su madre se embarcó en una
canoa y, siguiendo las costas, desembarcó en Chuspa, donde fue tan bien recibido durante su mansión; como sentido de los naturales a su partida.
Andrés Bello