En posición tan triste, con tales enemigos interiores y en hora tan temprana, paseaba Genaro esta mañana por campiña feraz que mayo viste de césped blando y de silvestres flores.
Tiene bajo sus plantas un océano de nubes, y no divisa las ciudades de los hombres; sólo ve el mundo a través de la rasgada niebla, y la verde campiña le aparece, debajo de las aguas.” (Cambia el aspecto del paisaje;.
TELL.–––Cuando se desciende de éstas, y se sigue el curso del río hacia abajo, se llega a una vasta comarca donde no hay torrentes espumosos y corren las aguas, lentas, tranquilas... Allí verías cómo crece el trigo en la ancha llanura; la campiña parece un jardín.
Los únicos individuos que suelen ir a la cárcel son los contrarios a la situación, y por poco tiempo desde que no tardan en ser ajusticiados o "escaparse", como se dice, por el habitual procedimiento del degüello. Y si eso ocurre en un centro de población, puede imaginarse lo que sucederá en la
campiña.
Florencio Sánchez
CÁDIZ: CAMPIÑA DE CÁDIZ: Algar, Arcos de la Frontera, Bornos, Espera, Jerez de la Frontera, Puerto de Santa María (El), Trebujena, Villamartín, San José del Valle.
Los taberneros recogen sus baterías, y embridan sus jamelgos los curas, los jándalos y los señores de aldea; y perdiéndose, por grados, desde el lugar de la feria, por la campiña adelante en todas direcciones, se oye el sonido de las campanillas del ganado que se aleja.
A la desnuda campiña parece que se la ve tiritar de frío; las chimeneas de la barriada lanzan a borbotones el humo que se lleva rápido el helado Norte, dejando en cambio algunos copos de nieve.
Es ya inútil: pasada la sierra, han desaparecido por una estrecha y larga calleja formada por dos frondosas seturas, verde y pintoresco toldo, cuyas paredes no pueden atravesar los débiles rayos del sol que va a ocultarse; tampoco se columbra un alma en la campiña; y sólo turba el silencio de aquella soledad la voz de una mujer que, desde el fondo de la calleja, canta a grito pelado: Esta mujer ha debido de encontrar, yendo a la fuente a tía Nisca y a su marido.
y miruellas; respirarás las brisas balsámicas que juegan con las fragantes rosas que esmaltan las praderas; verás los rayos de oro del sol, cuando amanezca, y perlas de rocío, y hasta nubes de perlas; verás, en fin, primores; pero de tal grandeza, que no podrás cantarlos, ni los soñó siquiera en sus inspiraciones «la rica, gaya ciencia.» Mas del deliquio dulce en que el cuadro te aduerma, cuida no te despierte con su prosa grosera la humanidad inculta que la campiña puebla.
Estas expediciones fueron aficionando a los santanderinos al veraneo; y este año dos familias, y el siguiente cuatro, y el siguiente ocho, y así sucesivamente, fuimos a parar a que los que pasaban julio y agosto en la ciudad, tenían vergüenza de confesarlo en setiembre a los que volvían tostados por el sol de nuestra campiña.
Sus fundadores eligieron un terreno fértil, un clima productor y un río cuyas aguas, pérfidamente mansas como la sonrisa de una mujer, debían regar una
campiña deleitosa.
Mariano José de Larra
LA SIERRA: Adamuz, Espiel, Hornachuelos, Montoro, Obejo, Villaharta, Villanueva del Rey, Villaviciosa de Córdoba. CAMPIÑA BAJA: Almodóvar del Río, Bujalance, Cañete de las Torres, Carpio (El), Castro del Río, Espejo, Fernán Núñez, Montalbán de Córdoba, Palma del Río, Pedro Abad, Posadas, Rambla (La), Santaella, Villa del Río, Villafranca de Córdoba, Córdoba.