En esto llegó el tardón, que la ronda le detuvo sobre quitarle el que fue, aun envainado, verdugo.---- Llegó, pisando cenizas del lastimoso trasunto de sus bodas, a la fuente, al término constituto; y, no hallando la moza, entre ronco y tartamudo se enjaguó con sus palabras, regulador de minutos. De su alma la mitad cita a voces, mas sin fruto, que socarrón se las niega el eco más
campanudo.
Luis de Góngora y Argote
Elegido el artículo, se toma la tijera, se recorta escrupulosamente, se llama a un cajista, se le pone la tira en la mano y se le dice en tono muy hueco y campanudo: «Fondo».
El estilo de estos artículos ha de ser campanudo y solemne; siempre se ha de hablar en nombre de «los sagrados intereses que representarnos»; no se ha de detener «nuestra pluma ante ningún género de consideraciones bastardas, porque en el estado de la Prensa y dentro de la noble misión que nos hemos impuesto no caben mezquinas pasiones, ni se cede al favoritismo jerárquico, ni se admiten banderías, ni se toleran desafueros...», y todo lo que se quisiera, por esta senda, procurando siempre, aunque es ocioso advertirlo, que si bien deben prometerse toda clase de razones en pro de la tesis, no debe estamparse una sola.
Hable en tono
campanudo al emitir su moción, como hombre de corazón, y no estacionario rudo; y, en fin, sabio y concienzudo charle con gran arrogancia; y ya es hombre de importancia.
Francisco Acuña de Figueroa