A los que estamos en esta inferior situación ¿se nos ha de negar todo acto de caridad? Déjesenos ser la
calderilla de la filantropía, y repartir un poco de
calderilla.
Leopoldo Alas
uy popular es en Arequipa la historieta contemporánea que vas a leer; y para no dejar resquicio a críticos de
calderilla y de escaleras abajo, te prevengo que bautizaré a los dos principales personajes con nombre distinto del que tuvieron.
Ricardo Palma
Cuenta, querido, todo eso es un ingreso aproximado de dos millones seiscientas veintiocho mil almas sólo en Europa. No cuento los incestos, las falsificaciones de moneda, las violaciones: pura calderilla.
¡si le molesta a usted eso en casa, ya lo recogeré yo! le decía un comerciante en paños vecino suyo. -¡Bah! ¡es calderilla! respondió el viñero. -¿Calderilla?
No cometió el error de otros hombres poderosos que, imaginando que las almas pequeñas creen en las grandes almas, se dedican a intercambiar los más altos pensamientos del futuro con la calderilla de nuestras ideas vitalicias, Bien podía, como ellos, caminar con los pies en la tierra y la cabeza en el cielo; pero prefería sentarse y secar bajo sus besos más de un labio de mujer joven, fresca y perfumada; porque, al igual que la Muerte, allí por donde pasaba devoraba todo sin pudor, queriendo un amor posesivo, un amor oriental de placeres largos y fáciles.
En Calderilla se batió contra los buques de guerra de la escuadra española, siendo obligados los españoles a retirarse con pérdidas de su tripulacion.
6.8. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni
calderilla en la faja; 6.9. sino: Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Incorporóse María Vicenta, andando como una autómata; fue al cajón de su máquina de coser y, de entre carretes revueltos y retales de indiana arrugados, sacó un envoltorio de papel que contenía
calderilla.
Emilia Pardo Bazán
Detrás de una mesa, un empleado canoso y con gafas, que vestía un viejo frac, recontaba la calderilla que había cobrado, manteniendo la pluma entre los dientes.
Y Bonilla, entusiasmado con su discurso, empezó a echar
calderilla a puñados, como el labrador que siembra y arroja el grano sin responder, más que con la esperanza, de la simiente que fructifica...
Leopoldo Alas
10.9. No os procuréis oro, ni plata, ni
calderilla en vuestras fajas; 10.10. ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Además compramos un huevo y un trozo de tocino ahumado. Al pagar me devolvieron tanta calderilla del segundo chelín, que Londres me pareció un sitio muy barato.