La traición fue contagiosa, y el licenciado Gasca, sin más armas que su
breviario y su consejo de capellanes, conquistó en Saxsahuamán laureles baratos y sin sangre.
Ricardo Palma
Los dos clérigos sentados delante del brasero, callaban y sonreían: El uno extendía las manos temblonas sobre el rescoldo, y el otro hojeaba su breviario.
De tiempo en tiempo se agitaba y movía una mano lívida, con estremecimientos nerviosos. Fray Lope Castellar nos esperaba en la sacristía leyendo el breviario.
Sobre el pavimento, de losas desiguales y mal unidas, quedaban restos del tapiz de grandes espadañas por allí esparcidas pocos días antes al celebrar una fiesta; la brisa, que entraba por una puerta lateral abierta, movía aquellas hojas marchitas, largas, como espadas rendidas ante la fe; un gorrión se asomaba de vez en cuando por aquella puerta lateral, llegaba hasta el medio de la nave, como si viniera a convertirse, y al punto, pensándolo mejor, salía como una flecha, al aire libre, al bosque, a su paganismo de ave sin conciencia, pero con alegre vida. En el presbiterio, a la derecha, sentado en un banco, el cura, anciano, meditaba plácidamente leyendo su breviario.
De la vasta erudición histórica que poseia D. Rodrigo, y que acredita su lectura y diligencia en las antigüedades, queda MS el Breviario ó Compendio de la Iglesia Católica .
El sargento de la Guardia Civil de Doas, que llegó al teatro del combate media hora después, cuando aún los salteadores buscaban inútilmente bajo las vigas, entre la hoja de maíz del jergón y hasta en el Breviario los cuartos del cura, me aseguró que el cadáver de éste no tenía forma humana, según quedó de agujereado, magullado y contuso.
El clérigo Gasca, que
breviario en mano no se separaba de la cubierta despreciando el peligro de ser arrebatado por una ola, les contestó con energía: -A la Gorgona he dicho, y pena de la vida al que toque un trapo.
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Y pronunciando estas palabras, se alzó María del asiento y obligó a su tío a seguirla hacia la casa, tomándole del brazo sobre el cual se apoyó, arrebatándole al mismo tiempo el breviario, cuyas viñetas y rúbricas coloradas examinó distraída mientras atravesaron los jardines.
suelen declamar nuestros cuaresmeros vespertinos en aldeorrios donde, sino es el fiel de fechos, todos los vecinos ponen la señal de la por no saber firmar; y donde no hay mas libros que el breviario del cura, el catecismo, algún Belarmino, u el David perseguido y alivio de lastimados.
Al vicario de Huamachuco, doctor don Pedro José Soto y Velarle, que los domingos después de misa mayor sermoneaba a los indios amenazando con excomunión a los que entrasen en inteligencias con los patriotas, le clavaron en la puerta de su casa un cartelón que así decía: «No se meta en honduras, padre vicario, y ocúpese tan sólo de su
breviario.
Ricardo Palma
Destrísimo capeador, a pie y a caballo, pasaba su tiempo en los potreros sacando suertes a los toros, y conocía mejor que el latín de su
breviario la genealogía, cualidades y vicios de ellos.
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A fuer de corteses dijeron a las bailarinas que no eran venidos a aguar la fiesta y que podían continuar, mientras ellos en un rinconcito de la sala leían su
breviario.
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