Y, por efecto de estas circunstancias, acaso la cordonera no tuviese ya qué llevarse a la boca, porque un día suprimió la doméstica, y se lo hizo todo: desde poner el puchero, hasta el
barrido de la tienda.
Emilia Pardo Bazán
La vida de la ciudad y los hábitos intelectuales habían barrido de su espíritu las tendencias hacia la vida libre y bárbara del hato; pero, al mismo tiempo, había organizado una aspiración que aquella misma ciudad no podía satisfacer plenamente.
Parece que el ave recelosa no la entiende: da un aletazo y se lanza. Suelta la niña los granos, y, tendiendo la mirada por el cielo, exclama: "Miren lo lindo que está el cielo,
barrido,
barrido.
Tomás Carrasquilla
Mientras los trabajadores, la auténtica fuerza palítica del Norte, permitían a la esclavitud denigrar su propia república, mientras ante el negro, al que compraban y vendían, sin preguntar su asenso, se pavoneaban del alto privilegio que tenía el obrero blanco de poder venderse a sí mismo y de elegirse el amo, no estaban en condiciones de lograr la verdadera libertad del trabajo ni de prestar apoyo a sus hermanos europeos en la lucha por la emancipación; pero ese obstáculo en el camino del progreso ha sido barrido por la marea sangrienta de la guerra civil La guerra civil de Norteamérica (1861-1865) se libró entre los Estados industriales del Norte y los sublevados Estados esclavistas del Sur.
"No siempre están hechas de papel, pero siempre de algún tejido tan barato que pueden desecharse tras el más breve período de uso. Cuando vosotros habríais barrido una alfombra, nosotros ponemos una nueva en su lugar.
Tan mansa y tan loge, que no es capaz de decirle zape al gato. Ha quedado como barrido, desgastado y deslucido. Estás como Juan Flor, que se curaba para estar mejor.
Una calma aterradora reinaba allí, no se veía un rayo de luz y todo estaba limpio de obstáculos: no había rastro de vagonetas ni de maderos; las poleas, los cables, las cuerdas de señales, todo había sido
barrido por la violencia del aire empujado por la explosión.
Baldomero Lillo
Subimos a él sin tardanza, enterrándonos en ceniza caliente hasta las rodillas y tropezando con grandes peñascos de lavas, y al llegar a su cumbre se presentó a nuestros anhelantes ojos la más grande, la más magnífica escena del mundo. El fresco viento de la mañana había
barrido el cielo de nubes y despejado completamente la atmósfera.
Ángel de Saavedra
Polvo serán las almenas, polvo las marmóreas salas, polvo barrido del viento muros y torres cuadradas; y aún se alzará sobre el monte la ermita, cuya campana sonando trae a mi oído voces que al cielo me llaman.
Entonces, como ahora, la revolución había tocado a su fin; el triunfo con un poco de más entereza hubiera sido radical; pero la ambición de mando, que siempre domina a los hombres de espíritu mezquino, detuvo los ímpetus de aquella avalancha que hubiera barrido totalmente con los elementos leproso-políticos del malestar nacional; pero los convenios de Ciudad Juárez, fraguados más bien por la debilidad que por la fuerza de las circunstancias, demolieron el triunfo de la revolución que en vez de ser vencedora, resultó vencida.
Y de su faz infantil, de sus apagadas pupilas, de su boca sin sonrisas, parece exhalarse perennemente una callada protesta, un llamamiento mudo y desesperado de socorro que nadie oye y que no llega nunca. El
barrido y limpieza del piso y el aseo de la vajilla han concluido.
Baldomero Lillo
Andrajo de humanidad tirado en un rincón, olvidado,
barrido, por decirlo así, de entre sus semejantes, la infeliz iba a dar vida, a producir, por el desgarramiento de sus entrañas, un nuevo ser.
Emilia Pardo Bazán