Según el cortesano Gramiz, el príncipe creció mimado y tenía comportamientos exagerados. Siendo niño, se sabía que gozaba con asar liebres vivas y en una ocasión cegó a los caballos del establo real.
Y un día, Ramon de Castell Rosselló encontró a Guillem de Cabestany que paseaba con poca compañía, y lo mató; le hizo sacar el corazón del cuerpo y le cortó la cabeza; e hizo traer el corazón a su casa, y también la cabeza; e hizo asar el corazón con pimienta, y lo dio de comer a su esposa.
Pues me dijisteis que Sarastro es tan fiero como un tigre. No tendría compasión de mí, me haría descuartizar y asar, y me arrojaría a sus perros.
Ley es para los mortales, si razones rechazas, recibir a los suplicantes castigados por el mar y darles los dones de hospitalidad y suministrarles vestidos, y no atravesar sus miembros en barras de asar terneros y llenarte con ellos vientre y boca.
-la gritaba. Con esa lumbre hay para
asar una vaca, ¡cualquiera diría que no cuesta nada el carbón! Si cuando las muchachas se ponían a lavar, reían juntas alrededor de la artesa, y se contaban las novedades que sabían, lo tomaba con mucha formalidad y las decía riñéndolas: -Ya habéis comenzado a chismorrear.
los Hermanos Grimm
dos, que por lo que le he oído otras veces sé que le han de agradar mucho: el torno para asar carne, y una maquinita para cocer huevos de modo que no se endurezcan y salgan todos con igual grado de cocidos.
143. Le corta varios pedazos de carne de la superficie de todo el cuerpo, los hace asar y la obliga a comerlos con él. Es el mismo hombre del 8 y del 17 de febrero de la Desgrangés.
Los dos mayores querían coger un par de ellos para mandarlos
asar, pero el menor se opuso diciendo: -Dejad en paz a esos animales; no consentiré que los mate nadie.
los Hermanos Grimm
Mochuelos que huís de la luz, ahora sí que os quemamos la madriguera. Pereceréis entre las llamas, ya que nos queríais
asar a nosotros en las de la ominosa Inquisición».
Emilia Pardo Bazán
Amigos y deudos querían retenerme allí y me dirigían insistentes : degollaron gran copia de pingües ovejas y de bueyes de tornátiles pies y curvas astas; pusieron a
asar muchos puercos grasos sobre la llama de Hefesto; bebióse buena parte del vino que las tinajas del anciano contenían; y nueve noches seguidas durmieron aquéllos a mi lado, vigilándome por turno y teniendo encendidas dos hogueras, una en el pórtico del bien cercado patio y otra en el vestíbulo ante la puerta de la habitación.
Homero
Lo primero que preguntó el Ogro fue si la cena estaba dispuesta y si había vino, y luego se sentó a la mesa. El carnero estaba a medio asar, pero esta circunstancia lo hizo más apetitoso para el Ogro.
Nos seduce con brebajes fugitivos que nos hacen asar a fuegos lentos cuando todos con su estirpe en alto se derraman en sus jugos densos, sintiéndose perpetuos en el horno donde cuecen sus aromas fatuos los inciensos.