En el Manual de arqueología de Guhl y Koner, por ejemplo, podréis ver grabados que parecen retratos de Violeta componiendo su tocado.
Es claro, que si alguien examina la época de Shakespeare podrá observar sin dificultad que la arqueología fue uno de sus rasgos característicos.
Para cubrir el gasto de alquileres del local ($75.- mensuales) hemos contado hasta ahora con una contribución de la Sociedad “Amigos de la Arqueología”, corporación afín a la nuestra y que realiza sus reuniones en estas mismas salas.
Pero la hermética existencia de un hombre exclusivamente consagrado, por ejemplo, a la arqueología etrusca, ¿no le embrutecerá del todo?
La Inspección de Monumentos Arqueológicos, que hasta la fecha se había dedicado únicamente a cuidar la conservación de las ruinas y hacer estudios teóricos sobre Arqueología, se creyó conveniente que pasara a la Secretaría de Fomento.
Su vinculación con hombres de ciencia de la época como Bartolomé Mitre, Vicente Fidel López, Andrés Lamas y Francisco Perito Moreno, lo estimularon en la investigación de diferentes áreas, como Antropología, Etnografía, Arqueología, Lingüística e Historia Americana.
También, a propósito de la exactitud histórica en la indumentaria, lord Lytton decía en un artículo la Nineteenth Century, como dogma artístico, que la arqueología se encuentra totalmente fuera de lugar en la representación de cualquier obra de Shakespeare, y que intentar destacarla era una de las pedanterías más estúpidas propias de una época de sabihondos.
En este tipo de casos, proponemos que puedan crearse Secciones Sindicales de trabajadores que aun perteneciendo a diferentes empresas, pertenecen al mismo ramo o actividades determinadas dentro de un mismo ramo, como ocurriría con la arqueología dentro del ramo de la construcción.
Patrimonio cultural, histórico, arqueológico, incluida la arqueología industrial, monumental, arquitectónico, científico y artístico de interés para el Principado de Asturias.
Don Restituto pensó en tomar un bocado y echar un par de horitas de siesta antes de proceder a las excavaciones, pero su compañero, verdadero apóstol de la
arqueología y, por lo tanto, infatigable, apuró su elocuencia en persuadirle de lo contrario.
Gustavo Adolfo Bécquer
Sin embargo, alguno de estos grupos de trabajadores han demostrado un importante vigor en su actividad sindical y una gran proyección dentro de la organización, pero que al carecer de un sistema de coordinación establecido, desaprovechan muchos de sus esfuerzos. Es el caso que se da con los trabajadores del sector de la arqueología.
OLMOS, Andrés de, Tratado de Hechicerías y Sortilegios, UNAM, México, 1990. PINA Chan, Román, Historia, Arqueología y Arte Prehispánico, Fondo de Cultura Económica, México, 1972.