El precio de la unidad era de 50 dólares. Este negocio, permitió a Bob y a su padre, con el que estaba asociado, amasar una pequeña fortuna.
El observatorio Lick fue fundado en 1888 gracias a una donación del millonario James Lick, quien había llegado a amasar una fortuna con bienes raíces durante la avalancha del oro en California en 1849.
Somoza pasó a ocupar la presidencia de Nicaragua con el pleno apoyo de Estados Unidos, consolidando cada vez más su poder, mediante la persecución política y la represión, consiguiendo mantenerse al frente de Nicaragua durante casi dos décadas, al mismo tiempo que fue capaz de amasar una vasta fortuna que lo transformó a él y a su familia en una de las más acaudaladas de toda Latinoamérica, siendo Somoza catalogado, poco antes de morir, como el quinto hombre más rico del mundo por la revista Bohemia.
Yesería Para la ejecución de este trabajo se emplearon distintas técnicas. La talla o técnica de cuchillo, requiere un proceso de cribar, amasar la mezcla húmeda y tallado.
Hubo un momento de terror en la cocina de Ludovico, pero afortunadamente un lavaplatos, llamado Antonio, había pensado utilizar las sobras de los ingredientes para amasar un pan dulce y llevárselo a casa.
Hundido en su colchón miraba fijamente la puerta. Parecía amasar dentro de sí una cólera muy vieja, jugar con ella, aprestarse a dispararla.
He buscado un rapaz que me ayuda, y ya lo tengo ajustado en cuatro reales..., y en poniéndonos a «sudar el alma», yo a dirigir, él a amasar y cocer, pagamos...
Mirado a través de un vaso, el mundo desierto parece un Edén. »Vamos la tierra con vino, embriagados, a amasar; vamos al templo de Baco en lúbrica bacanal.
Masillero, ra. Carnicero, comedor de carne. Masnado, da. Manoseado. Mazar. Amasar. Meder. Emeterio; díjose también Medel. Medio. Mitad.
Lo que cuenta es quién tiene el poder, para servirse de él, no importa que se trasgreda el espíritu de donde emana el poder en México, de tal suerte, ha servido para amasar grandes fortunas de un día para otro y luego salir huyendo primero a Europa y ahora a Estados Unidos.
Dolores no había nacido para vivir y morir entre jarales, para tener que ir por leña al monte, para amasar el pan todos los días, para lavar en los arroyos, para varear los olivos, para en las vendimias pasarse el día cuesta arriba y cuesta abajo con el cuévano a la cabeza.
¡Quizá también tuviera un amo cruel que me compraría por dinero á mi, la hermana de Héctor y de tantos otros hermanos, y obligándome á amasar el pan en las moradas, me forzada á barrer la morada y a manejar la lanzadera, arrastrando días tristes!