X LIBÉRAME Hoy me tocó la muerte tan en vida que sentí revivir todas las muertes y en su agonía… ninguna mano mía amortajó los duelos de mi idolatría.
Queda el dolor un día Dentro del corazón más amoroso En lenta y profundísima agonía, Pero calma el dolor más riguroso Y el que más implacable parecía.
---«¡Si hubiera, padre, un menguado »De esos doctores, decia »Que cortára mi agonía »Hasta que viniera el Rey »Le hiciera pesar en oro!...
Pides perdón… Me siento tibio. Que si no vuelvo pierdes la vida. Y yo escuchando en agonía sigo callado. Tú lloras tanto. No me abandones.
Era éste muy joven, y de una belleza que ni la penitencia ni la
agonía habían podido eclipsar, y hallábase tendido sobre los ladrillos de su celda, velados ya los ojos por la muerte, con una mano extendida sobre una calavera, y estrechando con la otra, a su corazón, un crucifijo de madera y cobre.
Pedro Antonio de Alarcón
La idea de Ramón; de Ramón vivo, de Ramón muerto, de Ramón en el cielo, de Ramón en la ermita, se apoderó de mi cerebro de tal modo, que no pensé en otra cosa durante aquellas horas de
agonía.
Pedro Antonio de Alarcón
No pude hablar más. ¿Pero qué ruido de pasos, qué voces venían del corredor a contemplar nuestra
agonía? ¿Que golpes frenéticos resonaban en la puerta misma?
Horacio Quiroga
- No: yo me entiendo.... - Pero ¿cómo concebís que un difunto haya podido pintar su
agonía? - ¡Concibiendo que un vivo pueda adivinar o representar su muerte!
Pedro Antonio de Alarcón
Es un grito corto, estrangulado, de
agonía, como si el animal boqueara ya, y todo él empapado en cuanto de lúgubre sugiere un animal rabioso.
Horacio Quiroga
Yo sé que el padre de mi Rosario na más que por agonía quiée casarla con osté, y si osté transige y si osté se muestra gustoso...» Y Toño no pudo proseguir, y un silencio elocuente y amenazador puso epílogo siniestro a su apasionada plática.
Es evidente que hasta la casi mortal agonía en que se hallan nuestros males, no han llamado para pedir su parecer a los interesados, movida como es cierto la convocación general de brazos por evitar la ruina que podían temer en sus propias personas.
Asi se lanza en el valle Banda de buitres hambrienta A cebarse sanguinaria En la moribunda presa. ¿Qué importa que el condenado Larga agonía padezca Como en nombre de quien vence La multitud se divierta?