Pues el excelentísimo señor virrey tenía su manera de apearse muy bonitamente, y era ésta: Después de dar cuenta de la cédula en el Real Acuerdo, poníase sobre sus puntales, cogía el papel o pergamino que la contenía, lo besaba si en antojo le venía, y luego, elevándolo a la altura de la cabeza, decía con voz robusta:
Acato y no cumplo .
Ricardo Palma
Yo obedezco, y aun diré que
acato como superior dispensación, y como ley americana, la necesidad feliz de partir, al amparo de Santo Domingo, para la guerra de libertad de Cuba.
José Martí
Ahí tenemos un ejemplo extraordinario, diría precioso, de cómo la democracia, que significa muchas cosa, pero sobre todo una forma de vida de tolerancia, de respeto, de acato a la voluntad de las mayorías, se puede traducir y se empieza a traducir en una situación económica y social, distinta.
Escribíase después a España haciendo respetuosamente las observaciones del caso, aunque en muchas circunstancias ni siquiera se llenó este expediente y se consideró la real cédula como letra muerta o papel para hacer pajaritas. Aquello de
acato y no cumplo es fórmula que hace cavilar, no digo a un papanatas como yo, sino a un teólogo casuista.
Ricardo Palma