Claudia Sofía Corichi García, Secretaria.- Rúbricas." En cumplimiento de lo dispuesto por la fracción I del Artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y para su debida publicación y observancia, expido el presente Decreto en la Residencia del Poder Ejecutivo Federal, en la Ciudad de México, Distrito Federal, a veintiocho de mayo de dos mil nueve.- Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.- Rúbrica.- El Secretario de Gobernación, Lic.
Supongo que se dio cuenta de que no pude por menos de sonreír de la tontería de su respuesta, y puso su expresión ingenua y sonriente. -Claro está que eso no quiere decir que mi Sofía...
R sin herederos, se someterán, mantendrán y defenderán a la princesa Sofía y a sus herederos protestantes, con arreglo a las limitaciones y a la forma de sucesión a la Corona contenidas y especificadas en esta ley, hasta el límite de sus fuerzas, con sus vidas y haciendas, contra cualquier persona que intente atentar contra ellos.
-Dios me bendiga, sí --dijo Traddles-. El reverendo Horace me casó con Sofía, en Devonshire. Pero, chico, ¡si la tienes ahí detrás de la cortina de la ventana!
-Y yo también --dije. -Lo mismo digo -exclamó Sofía enrojeciendo y riendo. -Somos todo lo felices que se puede ser -dijo Traddles-.
Los buques mercantes usaban la misma, pero sin armas; y los de guerra, bandera blanca con las armas reales y la imagen del santo protector de la nave, como San Telmo, San Fermín, San José, Santa Cristina, Santa
Sofía, o la Santísima Trinidad, por ejemplo.
Ricardo Palma
Este nombre se compone de dos nombres griegos, que son filos y
sofía; filos quiere decir amor, y
sofía, la ciencia; así que filosofía significa 'amor de la ciencia', y filósofo, 'amador de la ciencia'.
Miguel de Cervantes Saavedra
no sé si es preciso guardar el secreto. -Conmigo seguramente no, profirió Sofía. Teresa pareció vacilar un poco, pero al fin, como su hermana era buena para ella y podía darle un consejo, se decidió a contarle la aparición del coco negro y la del coco azul.
Debemos agregar, en mérito de justicia, los nombres de las inteligentes profesoras: Sofía Castillo de Zúñiga, ya fallecida, y Balbina Castillo de Agurto, en servicio.
Teresa era mucho menor que sus hermanos Eugenio y Sofía y sin duda por eso la mimaban tanto sus padres. Había nacido cuando Víctor y Enriqueta no esperaban tener ya más hijos y, aunque no la quisieran mas que a los otros, la habían educado mucho peor.
No era la niña mala, pero sí voluntariosa y abusaba de aquellas ventajas que tenía el ser la primera en su casa cuando debía de ser la última. A causa de eso Eugenio no la quería tanto como a Sofía; ésta, en cambio, repartía por igual su afecto entre sus dos hermanos.
l marqués de Santa
Sofía del Real Secreto y barón de Bobaliche era una copia exacta del niño Goyito, tan espiritualmente pintado por Pardo en su Espejo de mi tierra.
Ricardo Palma